jueves, 19 de septiembre de 2013

Eurovegas: El infame proyecto de futuro del PP


Cuando el magnate del juego, el estadounidense Sheldon Adelson, presidente y director ejecutivo de la corporación Las Vegas Sands, escogió España, y Madrid en particular, como lugar para instalar su complejo de casinos Eurovegas, los altos cargos del PP aplaudieron con las orejas y corrieron raudos y veloces a tenderle la alfombra roja. Les había tocado la lotería, un regalo del cielo, un magnate multimillonario que quería dejarse una pequeña parte de su oronda fortuna en uno de los mayores cortijos del PP.

Para los miembros del PP todo lo que trae Eurovegas es positivo, y sin duda para sus intereses económicos lo es, pero lo justifican tras la cortina de los puestos de trabajo y la riqueza que hipotéticamente creará, lo que quiere decir que la forma en que se genere la riqueza no preocupa demasiado en el PP, aunque para ello haya que crear un limbo legal y jurídico.

martes, 10 de septiembre de 2013

Pan, circo y cortinas de humo


Resulta ya bastante pesado y anodino escuchar en todos los medios la autocompasión, la frustración y la profunda tristeza por la "injusticia" que ha supuesto la eliminación de la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2020.

Lo más insultante del caso, y es lo que realmente lo hace noticia, es que los medios propagan la idea de que el apoyo de la población española a la candidatura olímpica era "masiva", cuando en realidad nunca ha habido el más mínimo debate en torno al apoyo ciudadano a dicha candidatura; y que pretenden hacer de la frustración y la tristeza de los auténticos interesados, los que iban a sacar la mayor tajada económica, el sentir nacional.

Es posible que el bombardeo mediático haya surtido efecto sobre todo en esa parte de la población española que asume los éxitos deportivos como algo propio y personal, esos que agitan la rojigualda siguiendo al rebaño sobre todo cuando de la selección de fútbol se trata pero que después están muy ocupados para salir a la calle a defender sus derechos. Puede que esa parte de la población realmente sienta la decepción y la frustración de la caída de la candidatura olímpica de Madrid, pero lo justo es aclarar que la mayoría de ellos no suelen ver más allá de lo que es meramente un evento deportivo. Pero un evento de tal envergadura es mucho más que deporte. Detrás había importantes intereses económicos y también políticos, y estos eran sobre todo los que más interesaban a la camarilla de miembros del gobierno nacional, autonómico y local de Madrid junto a multimillonarios empresarios que formaban parte de la comitiva española en Buenos Aires.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Regulación del aborto de Gallardón: ¿más seguridad para las mujeres o simple reaccionarismo?

Fue una de las reformas anunciadas por el Ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, poco después de la llegada al poder del PP, una de las "reformas estrella" que el gobierno tenía preparada para cuando obtuviese el margen de manga ancha en el parlamento: reformar una Ley del Aborto aprobada por los fariseos socialistas que atentaba vilmente contra el derecho a la vida, que daba rienda suelta al libertinaje y que resultaba un peligro público contra la seguridad de las mujeres (!¿?).

Aunque los que ya tenemos calados a la gente y los gobiernos del PP sabíamos sobradamente de este tipo de medidas que lesionan el derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, mucho antes de las últimas elecciones generales (no en vano ya se posicionaron diametralmentre en contra de la aprobación de la hasta ahora vigente Ley del Aborto), no es desde luego el tipo de reforma con la que hacer marketing para ganar votos, porque en todo caso este tipo de reformas solamente es defendida por el sector más conservador, tradicionalista y fervorosamente católico del electorado, insuficientes para obtener una mayoría absoluta en el parlamento. Por eso, reformar la Ley del Aborto para arrancar a las mujeres el derecho a decidir sobre su maternidad (en territorio nacional) era una de esas medidas que cuanto menos se airease públicamente hasta que llegase el momento adecuado, mejor.