Hoy en día, en las llamadas democracias occidentales, es común asimilar la palabra "socialista"
a un determinado sector político que dentro de los márgenes de una
economía de mercado capitalista, se sitúa en lo que podríamos llamar el
centro-izquierda del espectro ideológico.
Pero aunque ésta sea la asimilación común al término "socialista", sepamos que en estos sistemas se refiere en la amplia mayoría de los casos al término "socialdemócrata",
que mantiene grandes diferencias con el socialismo real, sobre todo
teniendo en cuenta que en los últimos años la socialdemocracia como
sistema político se ha expandido hasta el punto de que engloba tanto al centro-izquierda como al centro-derecha.
Para entenderlo mejor, empecemos por definir el socialismo.
Resumido brevemente, el socialismo es un orden socio-económico que se basa en la propiedad social de los medios de producción, y el control colectivo y planificado de la economía por parte de la sociedad.
Karl Marx |
También se suele asociar el término "socialista" al de "comunista", pero a diferencia de lo que ocurre con el concepto de "comunismo", en
el cual la contribución a la producción común es libre y no
planificada mientras que el consumo se vive en común, el socialismo
describe la organización colectiva de la producción y la distribución
mientras el consumo permanece siendo particular.
En
conclusión, el socialismo está vinculado con el establecimiento de un
orden socio-económico construido por, para, o en función de una clase
trabajadora organizada sin un orden económico propio, y para el cual
debe crearse uno público, ya sea mediante revolución, evolución social o
mediante reformas institucionales, con el propósito de construir una
sociedad sin clases estratificadas o subordinadas unas a otras.
Sin
embargo, pese a perseguir unos objetivos sociales claramente marcados
de inicio, la forma de interpretar la teoría marxista y la forma de
llevarla a cabo es lo que divide al socialismo en numerosas corrientes, y
que en función de sus métodos a veces se distancian en mayor o menor
medida de su etimología original, e incluso se da el caso de variaciones
o desviaciones drásticas de la teoría marxista original.
Marxismo-leninismo
Así, surgió primeramente la corriente marxista-leninista (conocida también como bolchevismo) puesta en práctica por el líder revolucionario ruso Vladimir Ilich Ulianov "Lenin", que fue el primero en establecer un proyecto de modelo socialista en una nación.
Lenin |
En
la metodología del centralismo democrático las discusiones y
decisiones fluyen de abajo a arriba y de arriba a abajo, en un viaje de
ida y vuelta entre el órgano inferior y el superior.
El
leninismo mantiene que el capitalismo sólo puede ser vencido a través
de los medios revolucionarios, y que cualquier intento de reformar el
capitalismo está destinado al fracaso. La destrucción del Estado
capitalista se debe dar a través de la revolución proletaria, y
reemplazar a ese Estado por la dictadura del proletariado, un
sistema de democracia de los trabajadores, en el que los trabajadores
tendrían el poder político a través de consejos llamados soviets.
A este sistema se le considera el primer sistema comunista de la historia moderna, el que nació con la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Stalin |
En el seno del gobierno de la URSS tuvieron lugar una serie de transformaciones y deformaciones burocráticas que reprodujeron tensiones y oposición a las propias políticas del socialismo dentro de los órganos del partido, y esto fue lo que derivó en las famosas purgas. Según algunos analistas e historiadores, en la etapa posterior a las purgas, en el partido se volvieron opuestos a la filosofía autogestionaria y democrática del socialismo como tal, al concentrarse las decisiones mayoritarias en el Politburó y el Comité Central del partido, y no en los sóviets.
Según la prensa occidental este sistema se caracterizó, políticamente hablando, por ciertos procedimientos de control hacia la población, la instauración y consolidación en las distintas esferas de poder e instituciones de una clase burocrática perteneciente o fuertemente vinculada a la jerarquía del partido, la persecución del revisionismo ideológico tanto dentro como fuera del partido, y el culto hacia la figura del máximo dirigente.
Si bien tanto los que vivieron cerca de Stalin como críticos profundamente hostiles hacia él parecen coincidir en que el culto a la personalidad que se le atribuye nunca fue deseo y obra de Stalin, y que fueron precisamente sus opositores, de dentro y de fuera, los que utilizaron este argumento para satanizar su imagen, y con él la del modelo que implantó y que fue adoptado por la práctica totalidad de los denominados países socialistas del siglo XX, utilizándose así como instrumento de propaganda en Occidente en el contexto de la Guerra Fría.
De
igual manera tampoco pudo demostrarse nunca la inmensa cantidad de
millones de muertos que se le atribuyen a la llamada dictadura
estalinista.
En el plano económico, las colectivizaciones de granjas y una eficaz planificación de la economía llevada a cabo por el gobierno de entonces, apoyada por los planes quinquenales, dieron lugar a un rápido crecimiento de la economía y a la aceleración de la industrialización, lo que llevó a la URSS a convertirse en una superpotencia a nivel mundial.
En el plano económico, las colectivizaciones de granjas y una eficaz planificación de la economía llevada a cabo por el gobierno de entonces, apoyada por los planes quinquenales, dieron lugar a un rápido crecimiento de la economía y a la aceleración de la industrialización, lo que llevó a la URSS a convertirse en una superpotencia a nivel mundial.
León Trotsky |
Según la concepción trotskista de la Revolución Permanente,
la burguesía contemporánea de los países atrasados es incapaz de
llevar a cabo la revolución democrática burguesa, debido a factores
como su debilidad histórica y su dependencia del capital imperialista.
Por tanto, es el proletariado el que debe encabezar la nación hacia la
revolución, empezando por las tareas democráticas y continuando por
las socialistas. Además, la revolución no puede limitarse a una nación
concreta, sino que debe ser internacionalizada porque sólo sobrevivirá si triunfa en los países más avanzados.
Juche
Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial en la zona del Pacífico, los Estados Unidos dividieron la península coreana por el paralelo 38 tras el acuerdo al que llegaron con la URSS. Al norte de dicho paralelo, en la zona ocupada por la fuerzas soviéticas, se instauró un Estado independiente de la mitad Sur ocupada por los estadounidenses, la República Popular Democrática de Corea (o Corea del Norte), que tuvo en la persona de Kim Il-Sung a la máxima representación, quien desarrolló una desviación del marxismo-leninismo conocida como Juche.
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Kim Il-Sung |
Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial en la zona del Pacífico, los Estados Unidos dividieron la península coreana por el paralelo 38 tras el acuerdo al que llegaron con la URSS. Al norte de dicho paralelo, en la zona ocupada por la fuerzas soviéticas, se instauró un Estado independiente de la mitad Sur ocupada por los estadounidenses, la República Popular Democrática de Corea (o Corea del Norte), que tuvo en la persona de Kim Il-Sung a la máxima representación, quien desarrolló una desviación del marxismo-leninismo conocida como Juche.
La
principal idea del Juche es que el hombre y la mujer son los
responsables de sus destinos. Esta máxima en un sistema revolucionario
traslada al conjunto de personas que componen las masas populares la
autoría de la revolución y su desarrollo. De esa manera, cada coreano
tiene su parte de responsabilidad en el destino de la colectividad.
Algunas
de las características más notorias del Juche son: la defensa de la
independencia económica y política respecto a países extranjeros, el
considerar el aspecto militar el pilar básico de la política, el
voluntarismo, el respeto y defensa de la cultura tradicional coreana, y,
sobre todo, el nacionalismo, la exaltación de los símbolos nacionales y
la defensa de la patria ante la amenaza del imperialismo.
Según
los medios de comunicación occidentales oficialistas, el Juche es un
sistema estalinista mezclado con el nacionalismo, en el que se vulneran
derechos civiles básicos como la libertad de expresión, de prensa y
asociación. Pero lo cierto es que prácticamente no se poseen datos sobre
las acciones políticas ni sobre la vida ciudadana en Corea del Norte,
debido sobre todo a la desconfianza de ésta respecto a la incursión de
medios de comunicación afines al imperialismo internacional y su
conocida tergiversación de la realidad según su conveniencia.
Se suele afirmar en Occidente que Corea del Norte sufre una dura y represiva dictadura, pero la realidad es que no existen datos ni fuentes que corroboren con claridad tal afirmación.
Lo que se conoce es que es una nación que en su día decidió no depender de otras potencias extranjeras, ni en lo político ni en lo comercial, y que en su visión puramente autónoma tomó la vía del socialismo (una de las tantas vías al socialismo), y que su ciudadanía ha asimilado el socialismo como parte propia de la cultura coreana, de la misma forma en que el respeto hacia el líder de la revolución y el considerado padre de la patria socialista, Kim Il-Sung, se ha ligado progresivamente a las costumbres tradicionales coreanas.
Maoísmo
Otra corriente derivada del marxismo-leninismo es el maoísmo, teoría desarrollada por el líder revolucionario chino Mao Tse-Tung, y que se diferenciaba del marxismo-leninismo soviético básicamente en la idea de que la fuerza revolucionaria se encontraba en el campesinado (Lenin veía la fuerza revolucionaria sobre todo en los obreros industriales), el cual subsistía oprimido por los señores feudales latifundistas en la China de la primera mitad del siglo XX.
Mao Tse-Tung |
Otra corriente derivada del marxismo-leninismo es el maoísmo, teoría desarrollada por el líder revolucionario chino Mao Tse-Tung, y que se diferenciaba del marxismo-leninismo soviético básicamente en la idea de que la fuerza revolucionaria se encontraba en el campesinado (Lenin veía la fuerza revolucionaria sobre todo en los obreros industriales), el cual subsistía oprimido por los señores feudales latifundistas en la China de la primera mitad del siglo XX.
Un
concepto clave que distingue al maoísmo de otras ideologías
comunistas es la afirmación de que tras la toma del poder subsisten las
clases sociales y por lo tanto continúa la lucha de clases durante el gobierno socialista
(como resultado de la contradicción antagonista fundamental entre el
camino capitalista y el comunista). Incluso cuando el proletariado ha
alcanzado el poder estatal a través de una revolución socialista, la
burguesía tiene la capacidad potencial de restaurar el capitalismo.
Según
el análisis maoísta, la experiencia soviética mostraba cómo la
burocracia enquistada en el aparato estatal podía convertirse en una
burguesía de nuevo tipo y restaurar el capitalismo.
Hasta
aquí las corrientes más cercanas o derivadas del leninismo, que
consideran fundamental el papel del Estado o del partido único dirigente
para la construcción del socialismo, el llamado socialismo de Estado.
No obstante, surgieron otras corrientes más críticas con el leninismo, que son las que entrarían dentro del llamado socialismo libertario.
El socialismo libertario es una forma de socialismo que apunta a crear una sociedad basada en la descentralización política sin clases sociales.
Este tipo de socialismo posee un concepto colectivista e igualitarista
de la sociedad y aboga por la socialización de los medios de
producción, mediante la abolición de las instituciones tales como el
capitalismo o la propiedad privada, con el fin de que el control
directo de los medios de producción y los recursos sean compartidos por
la sociedad en su conjunto.
A
diferencia del socialismo de Estado, el cual hace hincapié en el papel
del Estado o del partido único como motores de proyectos de ingeniería
social que a lo largo del siglo XX se han llegado a considerar
totalitarios, el socialismo libertario en cambio deposita su fuerza en los sindicatos, los consejos de trabajadores, los municipios de democracia participativa, las asambleas populares, las organizaciones de base, y otros medios de acción democratizantes paraestatales.
La mayoría de los socialistas libertarios buscan reducir a su mínima
expresión el rol del Estado (al que consideran baluarte de la sociedad
capitalista) para dar paso a otras formas de organización socialista.
En
ocasiones se equipara socialismo libertario a anarcosocialismo, sin
embargo no todos los socialistas libertarios son necesariamente
anarquistas.
Algunas
de las ideologías socialistas libertarias más conocidas son el
marxismo libertario, el neozapatismo, y el socialismo autogestionario,
así como se asimilan a sistemas de democracia inclusiva, democracia participativa y democracia deliberativa.
Otras ideologías como el mutualismo o el anarquismo también comparten puntos con el socialismo libertario.
Por marxismo libertario
se entiende a un conjunto de movimientos o teorías que pertenecen al
sector disidente del marxismo ortodoxo, generalmente denominado comunismo de izquierda.
Presenta ciertos elementos y tradiciones comunes en su visión de un
Estado socialista o de la dictadura del proletariado que los hace menos
autoritarios que el marxismo-leninismo, y a la vez menos reformistas
que la socialdemocracia.
Evidencian
un rechazo al centralismo, le dan menos énfasis al Partido Comunista
como eje de la organización traspasándolo a las organizaciones obreras,
además muestran una apertura a los derechos humanos y a la democracia
deliberativa. Incluyen interpretaciones alternativas del materialismo
dialéctico, la inclusión de teorías posmodernas, la crítica cultural,
etc.
A
su vez, dentro del marxismo libertario podemos situar las corrientes
denominadas marxismo autónomo, comunismo consejista, luxemburguismo y
situacionismo.
Marxismo autónomo
Marxismo autónomo
El marxismo autónomo (simplificado muchas veces como autonomismo) es una corriente política surgida desde la izquierda política y es, principalmente, parte de las interpretaciones del marxismo libertario, llegando también a coincidir con algunos postulados del anarquismo.
Promueve un desenvolvimiento democrático y socializante del poder político, la
democracia participativa, la horizontalidad, y una constante
adecuación de las estrategias y tácticas a las realidades concretas de
cada espacio.
Se caracteriza por criticar y evitar el vanguardismo y el burocratismo
de los partidos y los sindicatos de izquierda clásicos desde un
discurso anticapitalista y antiestatista. Esto apunta a analizar,
criticar y evitar en la vivencia la determinación de las estructuras de
poder de la sociedad capitalista y estatal, para así crear una
autodeterminación de la vida que se base en la capacidad positiva y
productiva de los sectores subalternos dentro de la modernidad y así
también determinar a la sociedad.
Comunismo de consejos
El comunismo consejista, comunismo de consejos, o simplemente, consejismo, es una corriente proletaria-revolucionaria surgida en el ámbito de la izquierda comunista germano-holandesa de los años 1920-1930. Su punto de diferenciación y ruptura con la socialdemocracia y el leninismo está en la crítica de los modelos tradicionales de partidos y políticas comunistas.
El comunismo consejista, comunismo de consejos, o simplemente, consejismo, es una corriente proletaria-revolucionaria surgida en el ámbito de la izquierda comunista germano-holandesa de los años 1920-1930. Su punto de diferenciación y ruptura con la socialdemocracia y el leninismo está en la crítica de los modelos tradicionales de partidos y políticas comunistas.
El comunismo de consejos opone al "comunismo de partido" la autoorganización de la clase obrera en organismos de poder obrero
(soviets, consejos obreros, organizaciones de fábrica). En un
principio, la dictadura del proletariado defendida por Lenin era similar
a esta corriente.
Este
tipo de organización y su consolidación (la autonomía proletaria)
era, según los comunistas-consejistas, la forma de acción y
organización de la clase obrera consciente de su papel histórico y
coherente con su autoemancipación. En estos organismos los trabajadores
de cada unidad de producción o barrio elegían, para instancias
superiores de coordinación, a representantes de sus filas o a
representantes conocidos de la clase obrera. Estos representantes eran
delegados revocables en cualquier momento.
Aparte
de basarse en la práctica revolucionaria de los obreros
revolucionarios alemanes, los teóricos consejistas encontraron también
un precedente teórico en los textos y la práctica política de Rosa
Luxemburgo, cuya defensa de la "acción espontánea" de los trabajadores
se oponía al dirigismo de las cúpulas y burocracias partidistas.
Pero
los comunistas consejistas llevaron más allá la crítica luxemburguista
al dirigismo y al centralismo. Para los consejistas, el papel de los
comunistas no era fundar un partido político para dirigir a la clase
obrera, sino poner su experiencia de lucha y su acervo teórico al
servicio del desarrollo autónomo del movimiento proletario en una
dirección comunista. Su actividad de debate, clarificación y propaganda
en el seno de la clase obrera no tenía como fin adoctrinar y/o ganar
políticamente a los obreros a determinado programa especial, sino el
contribuir a que la clase obrera organizada en sus organismos de poder
enfrentase y superase, por sus propios medios, los obstáculos que
tenía para la victoria revolucionaria sobre la burguesía y la
organización comunista de la producción.
Las
posiciones consejistas contra el autoritarismo y el dirigismo
coinciden en algunos puntos con las concepciones anarquistas sobre la
democracia directa. Su visión de la gestión común de los medios de
producción por los propios proletarios y no por un "Estado obrero", les
aproxima claramente a las tesis autogestionarias de los movimientos
libertarios. Sin embargo han llegado a esas posiciones desde una
evolución marxista independiente y a través de la ruptura política
tanto con la socialdemocracia como con su ala radical, el bolchevismo.
Según el comunismo de consejos, los partidos políticos y los sindicatos son formas de organización correspondientes a la etapa reformista del movimiento obrero, y por lo tanto se transforman en fuerzas contrarrevolucionarias
cuando se abre una situación revolucionaria, pues aun cuando sus
burocracias dirigentes no tomen abiertamente partido por la
restauración del orden burgués, las formas de actividad que
caracterizan a partidos y sindicatos (política de jefes) obstaculizan
el desarrollo de la autonomía proletaria, que es la precondición de la
autoemancipación revolucionaria de la clase obrera.
Luxemburguismo
Siguiendo la misma línea, el luxemburguismo es el movimiento marxista revolucionario creado por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, conocido por el nombre de Liga Espartaquista, que se caracterizaba por su rechazo total a la guerra de 1914 y su defensa de la democracia obrera frente a la visión militarista del partido que atribuían a Lenin. La frase de Karl Marx "la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos", era el punto de partida de sus ideas.
Rosa Luxemburgo |
Siguiendo la misma línea, el luxemburguismo es el movimiento marxista revolucionario creado por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, conocido por el nombre de Liga Espartaquista, que se caracterizaba por su rechazo total a la guerra de 1914 y su defensa de la democracia obrera frente a la visión militarista del partido que atribuían a Lenin. La frase de Karl Marx "la emancipación de los trabajadores será obra de los trabajadores mismos", era el punto de partida de sus ideas.
Rosa Luxemburgo plasmó con claridad en el siguiente párrafo la filosofía de la Liga Espartaquista:
"La
revolución proletaria no tiene ninguna necesidad de utilizar el
terror para conseguir sus objetivos. Detesta y repudia el asesinato. No
necesita recurrir a esos medios de lucha porque no combate a los
individuos, sino a las instituciones, porque no entra en la liza con
ilusiones infantiles que, decepcionadas, entrañarían una venganza
sanguinaria."
En
este mismo sentido, son numerosas las corrientes marxistas opuestas a
la burocratización y al dirigentismo de las organizaciones sindicales y
partidos tradicionales que reivindican su filiación luxemburguista.
Algunas, más que de luxemburguismo, prefieren hablar de comunismo
consejista, pero todas toman de la obra de Rosa Luxemburgo la defensa de
una cierta espontaneidad revolucionaria del proletariado, la defensa
de la democracia obrera y la democracia interna de las organizaciones,
así como un internacionalismo radical que les lleva a enfrentarse a
los nacionalismos al tiempo que rechazan la aplicación general y
universal del "derecho de autodeterminación nacional" según las tesis
wilsoniano-leninistas.
Situacionismo
El movimiento situacionista o situacionismo sería la denominación del pensamiento y la práctica en la política y las artes inspirada por la Internacional Situacionista (1957-1972), si bien el sustantivo situacionismo suele ser rechazado por los autores del mismo.
La Internacional Situacionista
(IS) era una organización de artistas e intelectuales revolucionarios,
entre cuyos principales objetivos estaba el de acabar tanto con la
sociedad de clases como con el sistema opresivo al que sirve, y el de
combatir el sistema ideológico contemporáneo de la civilización
occidental: la llamada dominación capitalista. La IS llegaba
ideológicamente hablando a la mezcla de diferentes movimientos
revolucionarios aparecidos desde el siglo XIX hasta sus días,
notablemente del pensamiento marxista de Anton Pannekoek, de Rosa
Luxemburgo, de Georg Lukács así como del llamado Comunismo de Consejos o
Consejismo.
Esta
corriente, cuyo planteamiento central es la creación de situaciones,
emergió debido a una convergencia de planteamientos del marxismo y del
avant-garde como la Internacional Letrista y el Movimiento para una
Bauhaus Imaginista (MIBI). En 1968 el movimiento propuso el comunismo
consejista como orden social ideal.
La
construcción de situaciones era, para los situacionistas, una
herramienta política para la transformación concreta de la vida de las
personas. A partir de la noción de psicogeografía, según la cual el
ambiente en que vive un individuo actúan directamente sobre su
comportamiento afectivo, los situacionistas querían desarrollar un
urbanismo unitario como programa para la transformación integral de la
vida, y la construcción de situaciones como herramienta
conscientemente subordinada a este programa:
"La
vida de un hombre es un cúmulo de situaciones fortuitas, y si ninguna
de ellas es similar a otra, al menos estas situaciones son, en la
inmensa mayoría, tan indiferenciadas y sin brillo que dan perfectamente
la impresión de similitud. El corolario de este estado de cosas es que
las escasas situaciones destacables conocidas en una vida, retienen y
limitan rigurosamente esta vida. Tenemos que intentar construir
situaciones, es decir, ambientes colectivos, un conjunto de impresiones
que determinan la calidad de un momento. Si tomamos el ejemplo simple
de una reunión de un grupo de individuos durante un tiempo dado, habrá
que estudiar, teniendo en cuenta los conocimientos y los medios
materiales de que disponemos, la organización del lugar, la elección de
los participantes y la provocación de los acontecimientos que
conviene al ambiente deseado."
Neozapatismo
Después está el neozapatismo, que es en un sentido contemporáneo, la corriente ideológica descendiente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y sus adeptos, que promulgaban el ideario de Emiliano Zapata.
Emiliano Zapata |
Después está el neozapatismo, que es en un sentido contemporáneo, la corriente ideológica descendiente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y sus adeptos, que promulgaban el ideario de Emiliano Zapata.
El
EZLN adoptó el término y supuestamente la ideología de los zapatistas
originales y los magonistas durante la Revolución de 1910, como
demandas vigentes en la vida política y social de México. Aunque su
ideología incorpora gran cantidad de ideas del marxismo-leninismo y del
anarquismo.
El
zapatismo pronto se convirtió en puente y espejo para caminar o
mirar, según fuera el caso, entre la teoría y la praxis revolucionaria
de un siglo XXI supuestamente posmoderno, donde el Neoliberalismo como
fundamento ideológico del Capitalismo llevaba las contradicciones de
éste a todos los terrenos que tocaba, provocando paradojas como la
necesidad, por un lado, de un Estado-nación condenado a desaparecer o
por lo menos a quedar reducido a su mínima expresión y, por el otro, a
ser garante, en su doble figura de guardián y gerente, de que los
desposeídos no impidan la acumulación de riquezas por parte de los
poderosos.
De
esta manera, desparpajo, rebeldía, sensibilidad, conocimiento de
causa, información, medios masivos de comunicación, defensa de la
tierra, autonomía y paz, vendrán a convertirse en elementos de un
pensamiento de izquierda y anticapitalista, por la humanidad y contra
el neoliberalismo. "Un mundo donde quepan muchos mundos", pero, además, donde quien mande "mande obedeciendo".
Socialismo autogestionario
Socialismo autogestionario
Y la última corriente más conocida dentro del socialismo libertario es el socialismo autogestionario, sistema basado en la participación de las diferentes comunidades cercanas a la vida cotidiana colectivizada (empresa, sindicato, localidad, partido) en la gestión de comunidades políticas superiores (Estado, federaciones, confederaciones, etc.). Junta economía de mercado y competencia, con autogestión y la economía planificada del socialismo, en un solo modelo unificado por el federalismo, generando una forma diferente de Estado socialista.
Las comunidades autogestoras del Estado, Federación o Confederación serían:
- Comunidad laboral, representado por los sindicatos.
- Comunidad ideológica, representado por partidos.
- Comunidad territorial, representados por naciones o nacionalidades del Estado, Federación, o Confederación.
Aparezca
la comunidad política superior como Estado o no, según las diferentes
concepciones socialistas autogestionarias, dicha comunidad política
será garante de un plan económico fruto de la participación del
trabajador y ciudadano en los diferente ámbitos de su vida. Resulta
imprescindible así en los modelos de Estado autogestionario dotarse de
un parlamento tricameral, compuesto por una cámara baja o parlamento,
cámara alta o senado con una función de representación territorial y
cámara laboral con la representación sindical.
En este sistema, se permitía la propiedad privada de los medios de producción y en servicios, en ciertos sectores económicos secundarios, y bajo ciertos límites que varían según el país. El resto de empresas eran públicas, y controladas por los propios trabajadores de cada empresa,
quienes decidían cómo organizarse e invertir, y entre quienes se
repartían los beneficios y pérdidas. Los productos de las empresas eran
posteriormente vendidos en el mercado privado, lo cual llevó en
ocasiones a la competencia entre empresas.
La teoría del socialismo autogestionario es la siguiente:
- Propiedad social de los medios de producción a partir de determinados niveles de volumen de empleo.
- Gestión autónoma por parte de los trabajadores de la unidad productiva.
- Planificación descentralizada, desburocratización relativa basada en actuaciones estatales de carácter indicativo y no jerarquizado (eliminación de fallos del sector público)
- La Confederación u órgano común de los Estados Confederados sólo se ocupa de sectores clave: sistema bancario, Hacienda Pública (Imposición distributiva).
- Bajo estas condiciones se permite inversión extranjera y el mercado en resultados, pero corregido (eliminación de fallos de mercado).
- Derecho de cada partido comunista a establecer su propia vía hacia el socialismo, de acuerdo a las condiciones socioeconómicas y características nacionales (o regionales) específicas que prevalecen en cada país (política de no alineamiento). Esto supone total independencia de cada federación respecto a las demás elegidas democráticamente.
- Cambiar el concepto de internacionalismo proletario (sumisión al partido-guía) por el de solidaridad internacionalista.
La
autogestión implica la propiedad social de los medios de producción y
la descentralización máxima de las decisiones, lo cual no impide un
acuerdo o conexión con otros entes superiores que deben ser
representativos de la base. La autogestión total es imposible en un
régimen capitalista convencional, así como en un régimen socialista de
planificación central jerarquizada. Supone la participación de la base o
sus representantes en todos los entes u organismos del nivel
superior, los cuales se convierten en unidades sociales y
administrativas libremente constituidas, gestionadas y coordinadas.
La libertad de empresa autogestionada está limitada por las directrices del plan económico elaborado democráticamente.
Los sindicatos deben servir como elemento de conexión entre la clase
obrera, para evitar los desequilibrios excesivos entre las distintas
empresas autogestionadas debido a deficiencias de estructura
productiva.
Esta corriente fue la adoptada en la República Federal Popular de Yugoslavia.
Esta corriente fue la adoptada en la República Federal Popular de Yugoslavia.
Pero
sin embargo, después de tantas corrientes socialistas alejadas del
liberalismo conservador y del capitalismo, la aplicación de la filosofía
socialista a un sistema económico puramente capitalista, engendra una
nueva corriente llamada reformismo, que es lo que se conoce como socialdemocracia. He aquí la diferencia fundamental de ésta con el socialismo propiamente dicho de la que hablábamos al principio.
Aunque
históricamente, la socialdemocracia partió de las ideas del marxismo, y
que su programa político incluye los principios de libertad, justicia y
solidaridad en un marco democrático, en las últimas décadas, la
socialdemocracia ha ido evolucionando en un sentido que tras adaptarse
completamente al orden socio-económico capitalista, han llegado a
modificar sus referencias originales, rechazando las teorías marxistas, considerándolas obsoletas para una democracia moderna.
En este sentido, su concepción de democracia varía respecto del
concepto mantenido por el socialismo y el comunismo, haciéndose
partidarios del sistema de democracia representativa del parlamentarismo burgués,
en el que las decisiones sobre la política del Estado se toman
únicamente en el Parlamento y por los representantes de una nueva clase
burocrática dirigente ajena a la ciudadanía civil, la clase política.
Los
socialdemócratas mantienen que no existe un conflicto entre la
economía capitalista de mercado y su definición de una sociedad del
bienestar mientras el Estado posea atribuciones suficientes para
garantizar a los ciudadanos una debida protección social. En general,
esas tendencias se diferencian tanto del social liberalismo como del
liberalismo progresista en la regulación de la actividad productiva, y
en la progresividad y cuantía de los impuestos. Esto se traduce en un
incremento en la acción del Estado y los medios de comunicación
públicos, así como de las pensiones, ayudas y subvenciones a
asociaciones culturales y sociales.
El problema viene cuando las políticas sociales tienen que plegarse a lo que en la sociedad moderna se ha constituido como "mercados internacionales", que son los que condicionan toda acción política, social y económica en las actuales democracias occidentales.
En
este punto, es cuando los críticos de la socialdemocracia dudan y
difieren del concepto de democracia y de participación ciudadana, cuando
ésta tiene que seguir estrictamente las reglas de juego que dictan los
mercados internacionales.
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Como
hemos visto, existe una gran cantidad de corrientes y teorías
derivadas del socialismo marxista, y es la razón por la que siempre
hablamos en las democracias de hoy en día de la división de la
izquierda. Pero si analizamos cada una de ellas, persiguen en su
práctica totalidad el mismo fin, que es el de construir una sociedad
igualitaria, horizontal, más justa y que busca el bien en un grado
común. En lo que se diferencian es en el método a utilizar para llegar a
ese fin, que ha llegado a ser la fuente de diversas controversias e
incluso del enfrentamiento entre facciones supuestamente de una misma
ideología.