martes, 14 de junio de 2011

El pacto del Euro: Nuevo atentado contra la democracia

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El llamado Pacto del Euro consiste en un paquete de medidas acordadas por los 17 países que forman la zona euro destinadas fundamentalmente a combatir la crisis y la deuda. El problema es que más que contribuir a solucionar el desempleo y la parálisis del tejido productivo europeo, va a conducir inexorablemente a un mayor empobrecimiento de los ciudadanos. Esto significa seguir mermando capacidad de consumo de las familias y del Estado, y no parece que esto sea lo más acertado para impulsar la recuperación económica. 

El próximo 27 de junio, todos los gobiernos europeos, entre ellos España, firman en Bruselas el gran atraco socioeconómico de alcance internacional: el llamado Pacto del Euro, por el cual los políticos de la Unión Europea se ponen de acuerdo para legislar a las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Central Europeo (BCE) y el Banco Mundial (BM).

En caso de no cumplir estas órdenes, las agencias de calificación que han llevado a Grecia, Irlanda o Portugal a la ruina (Moody's, Standard & Poor's o Fitch) comenzarán de nuevo sus ataques.

¿Qué se firma y cuándo se ratifica el Pacto del Euro?

- Los salarios del sector público deberán estar en consonancia con la competitividad del sector privado, es decir: nuevos recortes al sector público que debe ofrecer los mismos beneficios que los salarios irrisorios del sector privado y el aumento de las jornadas laborales. Incluida la disminución notable de los empleados públicos.

- Para ello, todos los países deberán ajustar sus leyes a lo que dicten los bancos, es decir: una vez más los países no legislarán a favor de la protección y de los intereses del ciudadano y sí lo harán a favor de las grandes corporaciones bancarias y los mercados.

- Se retrasarán las edades de jubilación en todos los países acorde con la esperanza de vida.

- Fomento de la competitividad: vincular los salarios con la productividad, tal y como se ha empezado a hacer ya en España con la última reforma laboral que aboga por flexibilizar los despidos, convenios y contratos. De esta forma se pone en peligro el actual sistema de negociación colectiva.

- Impulsar el despido barato y las Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Los bancos rebajarán la fiscalidad para incentivar la contratación de los trabajadores. De esta manera se irá demoliendo el sistema de la Seguridad Social y se irá introduciendo la figura del “becario y del precario perpetuo”.

- Congelación de todas las pensiones.

- Reforzar la reestructuración de las Cajas de Ahorro, es decir avanzar en su definitiva privatización, cuando si algo ha quedado claro en la actual crisis es la necesidad de la existencia de una banca pública capaz de canalizar financiación a empresas y familias en momentos como éste, en que la banca privada está asfixiando a consumidores, pequeñas y medianas empresas del país con congelación del crédito.

- Reducción de los sistemas de protección social, empeorando la Seguridad Social.

- Reducción del gasto en educación pública de forma que, empeorándola, se promueva y se favorezca su privatización.

- Cuestionamiento de la sanidad pública, cuando ya se empieza a hablar de medidas como el Copago (que debería llamarse Repago).

- Aumento de impuestos directos e indirectos a la ciudadanía y a la PYME y penalización en caso de no cumplir con el pago de estos impuestos a través de multas, intereses, comisiones, etc.

- Cambios en nuestra Constitución y en la de los países firmantes con el fin de “ajustar la economía según los parámetros del FMI, BCE y Banco Mundial”, con la consiguiente pérdida de la soberanía de los pueblos. Es decir, es una "aberración" querer modificar la Constitución para reformar la Ley Electoral pero no lo es para que nos puedan gobernar sin obstáculos las grandes oligarquías del capital.
Una vez más, los gobiernos no utilizan el poder político para legislar y frenar a los provocadores de la crisis como la banca internacional y los grandes fondos especulativos, por ejemplo, interviniendo a las corporaciones financieras, sino que además con la firma del Pacto del Euro reforzarán a las grandes corporaciones financieras y adoptarán políticas que interesan a la banca y a las grandes empresas europeas.
Como no teníamos bastante, todos los gobiernos independientemente de su color político, firman para comprometerse con las grandes corporaciones financieras y sacrificar, así, a los ciudadanos permitiendo UNA VEZ MÁS que los financieros sigan estafando al mundo utilizando productos financieros tan sofisticados como arriesgados y fraudulentos, permitiendo la usura bancaria.

Bajo el engaño de hacer frente a la deuda que atenaza a Europa es preciso aumentar la competitividad de las economías nacionales y que eso solo se puede conseguir reduciendo el coste del trabajo.

Sigue sin hablarse de intervenir a los paraísos fiscales donde descansan las grandes fortunas y hacer leyes contra la evasión fiscal. Sigue sin hablarse de poner impuestos a las transacciones financieras, regular las agencias de calificación, etc. Sigue sin hablarse de medidas contra el paro y en favor del bienestar social.

Sigue sin plantearse una auditoría pública e independiente sobre la deuda a efectos de que la ciudadanía pueda saber qué es realmente la deuda pública y cuál es la que realmente corresponde a los bancos y a los fondos de inversión privados que según los datos que tenemos es la mayoría de la DEUDA.

Una vez más, nos sirven en bandeja el empobrecimiento de la sociedad en beneficio de ampliar las grandes fortunas y acentuar la brecha social.

De esa forma, se ampliará así, UNA VEZ MÁS, el récord histórico del beneficio de las grandes corporaciones financieras, se aumentará el récord histórico de los salarios de los consejeros delegados y ejecutivos y con ello alcanzaremos récords históricos de pobreza y paro para el resto de la ciudadanía.

La dificultad de acceder a esta información se debe a la falta de transparencia de las políticas y al temor a que toda Europa tome la calle.

Cabría recordar que la primera economía del mundo, EEUU mantiene el déficit público más abultado del planeta, y que al contrario que la Unión Europea, viene desarrollando en estos últimos años de crisis una política económica expansiva, con aumento del gasto y la inversión pública como la mejor manera de incentivar el empleo y el crecimiento económico. ¿Por qué Europa no sigue ahora la senda que transita EEUU, cuando los hemos seguido con los ojos cerrados en los más disparatados dislates de la política internacional?

En definitiva, estamos ante un paso más en esa agudización del neoliberalismo, caminando hacia el barranco de la regresión social extrema. Se avecinan tiempos muy difíciles para las clases bajas y medias, y presenciaremos un estancamiento de la crisis que será tanto o más duradero y profundo como duradera sea la vigencia de estas políticas neoliberales.
Motivos más que sobrados para levantarnos en pie de guerra como ciudadanos, y estar el próximo 19 de Junio en una nueva convocatoria de manifestación a nivel nacional que sacuda los cimientos de este caduco sistema y de sus beligerantes mandatarios.

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