jueves, 9 de junio de 2011

Difamar para dividir, dividir para destruir


Como no podía ser de otra manera, los medios reaccionarios han reaccionado (valga la redundancia) ante la avalancha de protestas que han surgido por toda España a través del movimiento 15-M, y que tuvieron su extensión en las acampadas.

¿Cómo lo han hecho? De la única forma que se esperaba: difamando, tergiversando, haciendo análisis muy subjetivos de las formas de protesta de la ciudadanía, buscando solamente opiniones contrarias, minimizando y casi ridiculizando las voces en favor del movimiento... todo para manchar la imagen del movimiento y manipular a la opinión pública con el patrón que esos medios marcan.

Los poderes fácticos de este país, así como los medios bajo su control, mediante campañas de manipulación y desinformación, están intentando a toda costa convencer a la opinión pública de que el movimiento 15-M está perdiendo fuerza, de que se ha adulterado, que los objetivos originales han pasado a un segundo plano, que empieza a haber divisiones internas, que han "intoxicado" las calles y que ya lo único que hacen es molestar.

Esta tendencia se puede notar claramente en cualquier medio "informativo" grande o mediano como los diarios El Mundo, ABC, La Razón, El País, Libertad Digital o la bochornosa Intereconomía, que ya han colocado a los manifestantes la etiqueta de "los indignados", más que en el significado objetivo de la palabra, en una forma figurada para referirse a "hippies y perroflautas" de forma generalizada.
Y no solo en la prensa escrita sino también en la televisiva. Esta misma noche sin ir más lejos, viendo el programa de tertulias 'La noche en 24 horas' de TVE, comenzaron a hablar del movimiento 15-M, de sus acampadas, y en concreto la que en el día de ayer realizaron los acampados de Madrid ante el Congreso, y todos los tertulianos coincidían con más o menos claridad en que las acampadas debían desaparecer.
Esto lo decían personas con chaqueta y corbata, muy bien vestidas, que en ningún momento han aparecido por ninguna de estas acampadas, ni han presenciado las manifestaciones, ni han asistido a ninguna asamblea.
Con lo cual la opinión de estas personas respecto a la naturaleza o evolución del movimiento es superficial y amarillista.
Siempre fue fácil juzgar desde las butacas.

Después dieron paso a una corresponsal en Madrid para recoger las decisiones de la última asamblea, así como de las opiniones de la gente.
Pues bien, parece que el único dato que interesaba de esa asamblea era cuándo se levantaría el campamento. Al parecer las razones por las que estaban ahí eran lo de menos.

Y para poner el broche, vino la ronda de preguntas a la gente de la calle, que casualmente fueron en su práctica totalidad dirigida a comerciantes descontentos de La puerta del Sol, según los cuales la acampada "ya no es lo que era el primer día" y empezaba a afectar negativamente en sus negocios.
No faltó tampoco el iluminado que dijo que las acampadas "están destruyendo la economía de Madrid" (demagogia barata donde la haya el acusar a las acampadas de los males de una economía altamente violada por la corrupción).
¿Y del lado de los manifestantes? Sí, le dieron el micrófono a un joven que apenas sí sabía expresarse con claridad (y es que los medios saben muy bien a quién dirigirse para que su objetivo salga mal parado).

Desde esta perspectiva, se hizo hincapié en lo que realmente interesa a los que manejan el poder: el negocio y el dinero, y se desvía la atención hacia otros problemas ajenos a los motivos de las protestas de los acampados, ¿para qué queremos una democracia participativa? ¿para qué queremos cambiar la Ley Electoral? ¿para qué queremos listas abiertas? ¿para qué queremos que se controle la evasión de capitales y el fraude fiscal? ¿para qué queremos una vivienda digna? ¿para qué queremos que los bancos no nos ahorquen con hipotecas de 50 años? ¿para qué queremos servicios públicos de calidad? ¿para qué queremos ahorrarnos miles de millones de euros de 260 senadores inútiles? ¿para qué diablos queremos inversiones públicas pudiendo darle una vida de lujo a senadores y diputados? ¿para qué diablos queremos recuperar nuestros derechos sociales y laborales? si es que nos quejamos por nada...

En vista de la situación, dado que este movimiento comienza a ser realmente molesto para los poderes fácticos que gobiernan en España, han comenzado con esta campaña de manipulación de opiniones, tergiversación de los hechos, e incluso con la infiltración de "topos" en las asambleas con el único fin de dividir al movimiento y provocar su caída. Han pasado al ataque mediático, primero encubierto y ahora frontal, con la intención de destruir un movimiento contrario a sus intereses.
No quieren a nadie en las calles que exija sus derechos o que ponga en tela de juicio la validez del sistema actual, solo quieren a individuos rentables (para ellos), a trabajadores que asuman sin rechistar recortes en sus derechos y a consumidores obedientes. La rebeldía está vetada, y en Barcelona ya vimos una prueba de cómo desean actuar contra ella los poderes fácticos, por muchas palabras de falso arrepentimiento que den después de cara al público.

Pero por mucho que manipulen e intenten ensuciar la imagen del movimiento 15-M, yo particularmente tengo mis ideas muy claras, y me dirijo a todos los miembros de los poderes políticos y financieros para decirles que ya no creemos nada de lo que nos escupan sus medios, que estamos hartos de tanta manipulación, de que barran siempre por el interés de los poderosos, de que nos traten como a imbéciles, y para aclararles que el movimiento 15-M, lejos de perder fuerza, está plenamente en activo y el próximo 19 de Junio volveremos a tomar la calle en toda España.

¡Ciudadano, no nos mires, únete!


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