Váyase señora Sinde

Como bien sabemos, en la tarde de ayer, se hizo el enésimo intento por aprobar la polémica ley que lleva el mismo nombre que la ministra que la promueve, y esta vez no solo han conseguido rescatarla sino que esta vez, aunque in-extremis, el grupo socialista menos socialista de la historia de la democracia española ha llegado a un acuerdo con PP y CiU (dos de los otros tres grupos del Parlamento que deciden amablemente por nosotros lo que se ha de hacer en España) para que esta vez sí sea aprobada después del intento fallido del pasado 21 de Diciembre.


Al parecer las negociaciones han sido duras y el acuerdo ha llegado prácticamente sobre la bocina y no sin parches de última hora y hasta un plan "alternativo".

Según el texto final, el Ministerio de Cultura a través de la Comisión de Propiedad Intelectual (nombre que apesta a SGAE), podrá decidir e iniciar un proceso contra aquellas webs que ellos estimen que están vulnerando la propiedad intelectual, contando siempre con un permiso judicial para ello, a la vez que la condena impuesta también tendrá que ser llevada a cabo por un juez.

Según las palabras de Ángeles González-Sinde, el nuevo texto "garantiza absolutamente los derechos de todos" y añade que "los usuarios tienen que tener absoluta tranquilidad porque esta ley no les perseguirá", claro está, siempre y cuando se abone la cantidad exigida totalmente justa y razonable por el contenido que se va a consumir.

Una vez más se actúa contra la voluntad de la ciudadanía, que ya se ha manifestado en contra en su práctica totalidad, y ha provocado reacciones incendiarias en toda la red. Una vez más se actúa en beneficio de las grandes corporaciones de la industria cultural, con el único objetivo de perpetuar un modelo de negocio obsoleto y desfasado, y poder así seguir lucrándose del negocio en el que han convertido la cultura.

En vista de la absoluta vulneración de la voz de la ciudadanía a la que supuestamente representa, y actuar en el marco de los intereses comerciales de las corporaciones de la industria (no nos engañemos, en los artistas tampoco se piensa), yo le pido amablemente y con toda la cordialidad que merece a la señora Sinde que haga el favor de irse a tomar viento fresco y abandone inmediatamente su jugoso puesto de ministra.

Al mismo tiempo, hago un llamamiento para todo aquel que entre en el blog y lea el artículo, vote la petición de dimisión para la señora Sinde, petición que he puesto a la vista de todo el mundo en la columna de la derecha del blog.
Además, pongo esta otra petición exigiendo que se respete la libertad de los usuarios en Internet.

No podemos consentir más atropellos a nuestra libertad ciudadana.
¡Dimisión YA señora Sinde!