viernes, 14 de enero de 2011

La sociedad del pillaje


Puede que a estas alturas, nada de lo que vaya a decir le parezca nuevo a nadie, pero es tal la indignación, la rabia y la impotencia que me entra que en algún sitio tengo que descargarla.

En la tarde de ayer me dirigía a una gasolinera a rellenar un poco el depósito de mi coche, que ya se encontraba cortito de combustible. Iba bien, tranquilo y sosegado, y todo eso se fue de un plumazo al ver el precio del combustible: 1'23 € el litro de diesel!! y 1'40 € el de gasolina!!!
Hace ya más de un año que no salgo conforme de ninguna gasolinera, el tiempo que hace que el combustible tenía un precio más o menos normal y asequible.

La situación de hoy en día me resulta cada vez más similar a la vivida en 2008 cuando el precio de los carburantes se disparó (aún recuerdo cuando llegué a pagar el litro de diesel a 1'30 €... no muy lejos de donde se sitúa ahora), y provocó una huelga de transportistas y múltiples protestas de la ciudadanía alrededor del país.

A día de hoy, parece que hay que aprovechar para rellenar lo antes posible el depósito completo de tu vehículo, porque puede que no vuelvas a rellenar el depósito a ese precio "tan barato" en bastante tiempo.
Puedes pasar por el lado de cualquier gasolinera, sorprenderte con los precios... volver a los 20 minutos por el mismo sitio, y comprobar que el precio HA SUBIDO!!

Y sin embargo, por mucho que te lamentes y pongas a caer de un burro a toda la industria petrolífera mundial, tendrás que seguir llevando tu vehículo a repostar a esas gasolineras, de las que sus dueños (y Hacienda) se estarán haciendo de oro, disfrutando de una vida de lujo, de aquella que el resto de los mortales no puede permitirse, y seguirán alabando las bondades de nuestro "querido" sistema capitalista para con aquellos que dominan las industrias y el poder económico.
Tendrás que seguir llevando tu vehículo a repostar, pagando cada vez más y más, y cada vez con mayor frecuencia ya que cada vez te dan menos combustible por el mismo dinero, por lo que te quedan dos posibles opciones: o pagar lo mismo y rellenar el depósito con un miserable "escupitajo", o dejarte el sueldo del mes solamente en combustible.

Porque es así, hoy hace falta un sueldo solamente para pagar el combustible de tu vehículo, y es cuando me viene a la cabeza aquella frase que hace unos meses dijo el ya ex-presidente de la CEOE, Díaz Ferrán: "Para salir de la crisis hay que trabajar más y cobrar menos" (me pregunto si pensaría aplicárselo a sí mismo...).
¿Y mientras tanto? ¿qué mejor que seguir destruyendo empleo? "¿para qué queremos a cinco tíos en un lugar de trabajo si con dos trabajando más horas tengo suficiente? ¿y cobrarán más por trabajar más? Hombre, por favor, no diga tonterías... los tres que me sobran a la puta calle... pero señor, esos tres llevan más de 15 años en la empresa y han demostrado ser buenos trabajadores... tengo que pagarles las nóminas, tenerlos asegurados, pagarles las horas extra, los pluses, concederles días de vacaciones, gastarme la pasta en la seguridad de las instalaciones para que esos desgraciados no sufran ningún accidente por deterioro de las infraestructuras... me hacen perder dinero, a la puta calle!"...

Trabajar más y cobrar menos es la receta para salir de la crisis que propone este "genio"... pero si cobramos menos, tendrán entonces que bajar los impuestos y bajar el precio de la vida... Y UN CARAJO! no solo cobraremos menos trabajando más, sino que los impuestos suben y el precio de la vida, entre ellos el de los carburantes, no para de subir y subir.
Si seguimos a este ritmo, en pocos años habremos vuelto a la edad feudal, en la que trabajaremos para nuestros señores a cambio de una miserable limosna que no da ni para subsistir, viviremos en fábricas, talleres, y oficinas, hacinados, sin derecho a protestar, sin derecho a reclamar una vida la mitad de digna de la que disfrutarán esos caciques. En otras palabras, se restauraría la sociedad esclavista, pero eso sí, de forma encubierta, porque los medios de comunicación en manos del poder económico y las multimillonarias campañas de publicidad y marketing nos seguirían convenciendo de que vivimos en el "Estado del bienestar", de que vivimos en la mejor sociedad posible.

¿Y qué pasará con los que no piquen el anzuelo y se rebelen? Serán perseguidos y criminalizados en masa por todos los medios de comunicación "oficiales", serán acusados de desórdenes públicos, atentados contra la seguridad pública, y terrorismo, lo que les valdrá la etiqueta de "terroristas" y "antisistema" (¿les suena WikiLeaks?).
Esa es la forma en la que las oligarquías dominantes intentan contener a la sociedad, criminalizando y persiguiendo todo acto de protesta y rebelión contra el sistema que les permite lucrarse. No dudan en aplastar sin consentimientos ni escrúpulos a todo ciudadano, grupo o movimiento que pueda poner en riesgo su hegemonía, o en duda su filosofía y concepto de sociedad.

El sistema capitalista, un día revolucionario, hoy opresor, ayuda a que una minoría muy poderosa acumule toda la riqueza mundial (conocidos son ya los sobornos, las amenazas, los atentados, los golpes militares, las guerras financiadas, para saquear la riqueza natural de los países subdesarrollados), imponga un modelo de sociedad, gobierne, manipule y rija a su antojo a toda la población bajo su dominio.

España en particular, es uno de esos paraísos capitalistas, en donde rige la ley de "tonto el último", un país de chorizos con corbata que compiten entre ellos para ver quién es el que saca más tajada, tanto por la vía "legal" como por la no tan legal.
Tanto fraude, tanto robo, en algún momento tenía que empezar a notarse... y claro, después vienen las crisis... ¿dónde está el dinero? Nadie lo ha visto. Porque aquí pagarán todos menos los que han provocado esta crisis.

¿Qué hacemos ahora? las arcas del Estado están en las últimas, y los pobres bancos solo han ganado 11.000 millones de euros este año... hay que reponerlo, ¿cómo lo hacemos? Que lo paguen los desgraciados de siempre, subida de impuestos, subida de precios en general, subida de las comisiones, aumento de los intereses, bajada de sueldos, congelación de pensiones, aumento de la edad de jubilación, cualquier cosa que sirva para sacarles tajada... ¿pero de ahí nos llevaremos algo nosotros? Hombre, parece usted nuevo...

Esto jamás será dicho en público por ningún dirigente del poder político, por ningún dueño de ninguna macro-organización privada, pero así es como piensan. La ciudadanía realmente les importa un bledo, si el mundo entero se hunde en la miseria, si medio mundo está en guerra, si millones de personas mueren de hambre al año... todo les importa un bledo mientras puedan seguir dándose la vida de lujo.
Esto es la sociedad del pillaje.

Y me he acordado de todo esto, enlazando unas cosas con otras, a partir del precio de los carburantes, sí, porque lo del precio de los carburantes es solo una pequeña motita de la puntita del iceberg, porque a éstos les acompañan también la subida de precios en general de cualquier producto, la subida del IVA, y la subida desproporcionada de la energía eléctrica, "justificada" con que su producción le vale ese coste, coste que a esos caciques, por ser los dueños, o tener algún otro puesto importante en las empresas de la industria energética (les vale con haberse sentado en la cómoda sillita de los diputados), por supuesto no les afecta.
Y eso no es lo peor, lo peor es que a estas subidas les seguirán más.

Pero hay algo en todo esto que me alarma aún más. A estas alturas, con estos precios, hace poco más de dos años ya había habido protestas, manifestaciones en las calles, y huelga de transportistas. Hoy nos parece normal pagar 1'40 € por el litro de gasolina. La sociedad está resignada. ¿Será que aún nos dura la euforia por haber sido campeones del mundial del fútbol?
Sea como fuere, parece que los medios de comunicación en manos de las oligarquías hacen bien su función, adormecer a las masas, convencerlas de que deben resignarse a esta situación, de que es algo normal y de que ellos no pueden hacer nada por evitarlo, y mostrar a las instituciones y al sistema culpable de que la situación hoy sea la que es, de que son eternos, inamovibles y casi "divinos".
Lo están consiguiendo, porque cada vez nos quitan más, nos roban delante de nuestras narices, y sin embargo aquí nadie protesta en alto por nada. Aquí no pasa nada mientras no nos falte el fútbol, los toros y la Belén Esteban en la tele. ¿De verdad es esto lo que queremos?

El circo sigue su función, y el bolsillo se lo siguen llenando a nuestra costa los de siempre.




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